El día que fuimos del Opus
En realidad, en cualquier sitio se está mejor que en casa. Aquí me tenéis, en un albergue que no descubrió aún que hay formas de combatir el calor, pero que sin embargo disfrutan de la red de redes (no se dice así ¿verdad?). Son las diez de la mañana y puedo renovar. Eso nunca sucederá chez moi (y sí, me voy ahora a disfrutar de la ciudad, sólo espero a que Raquel se termine sus doscientoscinco cafés).
Ayer salimos a reconocer la zona. Buscamos algún sitio donde bailar y ligar y esas cosas. Una pareja nos indicó, muy amablemente, a donde podíamos ir. Y fuimos. El sitio era fantástico, con una canciones muy de guateque. Estábamos en nuestra salsa. Hasta que Raquel me miró y me dijo: "¿te das cuenta de que parecemos infiltradas del PP?" Con mi faldita elegante, sus pantalones claros por debajo de la rodilla y su ¡blusa!
Así son las cosas, vas un día de señorita y ya se creen hasta que eres del Opus.
Hola, nos dijo un chico (no guapo)
hola, dijimos nosotras
¿sois católicas romanas?, preguntó él.
¡Oh dios mio!
le llegamos al corazón igual, o por eso, quizá. Ya se sabe lo que le gusta a los chicos descarrilar entes ajenos.
El otro descubrimiento (además de que se me nota el colegio de monjas, tantos años perdidos) fue que no sé hablar castellano. Este año (en Barcelona), ya me dijeron que tenía acento francés e italiano.
Ayer un chico me dijo: tú no eres de aquí, blablabla, hablas castellano o sea que tienes que ser de Sudámerica o de México. Yo diría que de Argentina.
O de España... apunté yo.
¡Ostias claro! ¡Del norte de España! ¿Asturias?
Galicia
Bueno, es lo mismo. Pasarás calor aquí ¿no? Las playas de San Sebastian son tan frías...
Después la pareja que nos había indicado el lugar nos encontraron allí y me preguntaron ¿eres griega?
No, no, que soy de aquí.
Una chica se sumó a la conversación ¿de dónde eres?
Que no, que no, que soy española.
Tú no eres española.
¿No notas que hablo muy bien el castellano?
Sí, sí, pero con acento.... no sé, como polaco.
Es acento gallego.
No es gallego.
Que sí, que sí, que lo sé yo.
Y he de decir que la gente de Valencia a pesar de todo esto, es bastante encantadora. Por lo menos de noche. De los que te hacen dibujitos en los mapas para que no te pierdas y bromas constantes para que te diviertas.
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