Haciendonos mayores...

sábado, octubre 01, 2005

Mi capacidad de aprovechamiento del día tiene un pico a las seis de la tarde. Si empezamos a contar, desde que me levanto, no pararía de crecer y crecer. A primera hora es un desastre. Ahora que alguien me discuta que el tiempo es un concepto cientifico y no filosófico. Sé que hay sol. Que la tierra gira. Pero el obvio tópico de que los dias solares no valen nunca lo mismo me viene más a cuento. De ahí paso a considerar (a considerar de consecuencia lógica y única) que sí tiene que haber dimensiones a montones. Porque si yo tengo una hora corta y tú una hora larga a esa hora solar hay al menos dos diferentes, no?
En fin. Para mí fue traumatico. Primero no entendía bien, y sufría fallos. Porque al despertarme, media hora no me llega para ducharme. Así que si salgo a las nueve de casa y me levanto a las ocho y media, me deprimo y solo desayuno, nada de limpieza. Sin embargo, por la tarde, media hora me sobra. Sé que no me creeréis, pero eso es porque normalmente solo estáis presentes en duchas mañaneras. El caso es que claro, siempre llegaba tarde a clase porque creía que la mañana y la tarde no alteraban el significado de treinta minutos.
Y no es el único ejemplo que podría daros.
Además el tiempo se acorta en función de lo que vivimos (y eso sí que es... horriblemente indefinible). Es decir veinte años nunca son iguales a veinte años, pero además, siempre sabes que te espera menos. La última media vida siempre va a ser menos que la media vida que ya disfrutaste (o sufriste, para los tristes). Y ahora. Tumbate en la cama con los ojos abiertos y la mente cerrada. Hazlo ahora porque nunca podrás hacerlo tanto tiempo. O no lo hagas ahora, no sé. Porque el tiempo que estás matando ahora es mucho más que el que matarías si te tumbases esa hora dentro de diez años.
Qué miedo.

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