Haciendonos mayores...

viernes, febrero 27, 2004

Hoy he tenido una experiencia terrorífica. Fui a una conferencia sobre la interpretación de los sueños (y como ellos nos invitan a seguir el buen camino).
Era hasta gracioso. Ridículo. Como asociaba elementos reales para que todos creyesemos que eso significaba algo. Ya al principio nos alertó sobre que algunos no creeríamos lo que iba a decir. Mal nos irá en la vida. Tonillo de libro de autoatuda y de paz interior.
Bien. Y se atreve ¿por qué no? a quitar de nuestra vida todo atisbo de culpa y responsabilidad. Son fuerzas internas. ¿Te separas de tu mujer (a las 7, 14, o 21 años de matrimonio? No es culpa tuya, ni de ella, el problema está en que no sabéis interpretar los sueños.

Es cierto que dijo cosas aprovechables. Como que cuando nos dicen:no pienses en una bicicleta, no podemos evitar pensar en ella. Él lo atribuía al poder de los sueños, pero en fin, cuando hablaba de que nos rodeamos de símbolos y que todo significa algo, pues en fin, me acordé de mis clases en las que la profe nos hablaba de semiótica.(Estaría yo soñando?). Creo que el problema era que él confundía todo proceso intelectual con ensoñación. No controlamos nuestros actos y tampoco controlamos nuestra mente.

Y la relación de los sueños entre cultural y todo eso, que aunque no signifique algo a nivel trascendental, sin duda es maravilloso a nivel humano.

Y la regla del nueve. Cada nueve años todo se repite en la vida. Si hace nueve años te rompiste una pierna,tiembla. Tus primeros nueve años de vida se repetirán eternamente.

Después llegó el turno de las preguntas. Me dio miedo. Somos tan inocentes. Tan supersticiosos. Tan...
Me sentía en medio de una secta. Habló una que tenía sueños anticipatorios (o como se llame), y el le dijo que por supuesto, que algunos tenían el don. Otra mujer, con una vida inconcebiblemente triste (su marido violaba a su hija, su hija años depués se suicidó), relacionaba sus desgracias con sus sueños. Y era tan deprimente. Tan grande la ignorancia que nos permite buscar la explicación en cada detalle. Y es tan fácil hacer que las cosas concuerden...

Por último, comentaros que según el hombre, hay personas digamos, más proclives a la desgracia. Por eso si en un bar hay diez personas, y entra un ladrón, es probable que la persona elegida como víctima, sea alguien a quien ya le robaron miles de veces. Alentador.

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