Haciendonos mayores...

sábado, julio 14, 2007

Exaltación y fanatismo

En "Festejos de boda" (¡Estupendo, estupendo!), un Al-Hilali comenta "No hay nadie más cruel que los idealistas. Son los responsables de todos los crímenes de este mundo. Tu papel es trágico en la dimensión más pura". Bien. Tiene razón ¿verdad? Del idealismo al entusiasmo, del entusiasmo al fanatismo, sólo hay un pequeño paso. Creer en algo es ya de por sí un germen de dogmatismo. Los dubidativos somos los justos de la tierra.

Mierda.

¿Qué hago yo ahora con la Santa Generación? ¿Qué defiendo? El entusiasmo a nivel individual es sin duda la única arma contra... contra todo es malditismo impostado, contra la pose, pero también contra la pasividad. El entusiasmo sin embargo, como ya os dije en anteriores posts, oh fieles seguidores, es puro peligro. Es lanzarse por la carretera sin mirar a los lados. Y probablemente sea la única forma en la que habríamos de tirarnos. Pero eso no se puede defender en pleno siglo XXI. El relativismo sí. El fanatismo no. La seguridad, la seguridad. Y yo creo (uy, perdonadme), creo en la salud. Creo en la necesidad de estar sanos y de sanar. Creo en la razón. Creo en la (ya no conseguiré salvar esto) tolerancia. Pero en el fondo admiro profundamente a los que se lanzan por la carretera sin mirar a los lados, a los que pueden creerse las cosas cuando las dicen, los que no te entienden, los que te critican, los que te insultan, los que no pueden comprender que no lo veas claro: los románticos.

¿Y qué hago yo ahora con la Santa Generación? Admitir que hablar de valores es un juego más. Un juego como me escribe Raquel que a veces juega a ser mayor y a veces juegar a hacer la compra y a veces juega a trabajar ocho horas diarias. Sin implicación, dice. Pero no es así. No es así en absoluto. Guardamos una distancia irónica que nos permita ser lúcidos sin ser depresivos. Y menos mal. Quizá se contraponga con el entusiasmo, pero podemos jugar a ser entusiastas. Y puedo confesar: sí, podemos jugar entusiastamente.

Y eso es lo que haremos.

Apostar por el entusiasmo inocuo o entusiasmarnos sólo por la red de amor, arriesgándonos a ser identificadas con la parroquia.

3 Comments:

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Blogger Colloada11 said...

Yo creo que el entusiasmo es bueno y que el fanatismo no! jejejeje

10:08 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

dos citas en dos días... Empiezo a sentirme una líder espiritual!!!

11:24 p. m.

 
Blogger Mrs Jones said...

yo llevo unos días de radicalismo exaltado (ayer hice toda clase de comentarios acerca de que los festivales no deberían ser gratis pq se llenan de hippi-punkis sucios)

8:49 p. m.

 

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