Haciendonos mayores...

jueves, abril 10, 2008

Amor y surrealismo

Hoy he aprendido que Breton en realidad era un cursi. No fue fácil llegar a saberlo. Las bibliotecas de Bruselas se pusieron en mi contra. Ya os había comentado que la ciudad de Bruselas era la más burocrática del mundo entero. Imaginad entonces el juego que puede dar el hecho de que esté dividida en 19 comunas que no se comunican entre sí. Las malas lenguas afirman que hasta hace unos pocos años, si cometías un crimen y cruzabas la calle que separaba una comuna de otra, la policía ya no tenía derecho a ir contra ti. Nati me contó por su parte, que su edificio es el único del Parlamento Europeo al que no se puede acceder directamente (es decir, sin salir a la calle), porque resulta que está en un barrio diferente y entonces es imposible ponerse de acuerdo sobre quien paga el túnel secreto. Pero mi problema hoy era mucho más banal. Madrugué considerablemente para poder ir hasta el fin del mundo, a una biblioteca que tenía “Si vous aimez l’amour” que es un libro y a la vez una frase que se debe terminar por “vous aimerez le surrealisme”. Llegué hasta allí muy puntual, pero no me dejaron pasar. ¿Eres socia? Soy socia de la biblioteca de Saint Gilles, dije, y saqué mis dos carnets de bibiotecófila bruseliense. Ah, no, no, eso no te vale aquí. Saqué mi DNI, una mujer sonriente me hizo un nuevo carnet, me indicó a quien podía preguntarle por mi libro y me dejó pasar. Salí victoriosa, con toda la información en la mano (y otra cosita de premio) y me encaminé a una biblioteca del centro a por “Surrealisme et sexualité”. Llegué, y una mujer (nada sonriente) me impidió el paso. ¿Eres socia? Yo desplegué todo mi arsenal de carnets de bibliotecas belgas, “tengo uno de Saint Gilles, otro de Scharbeek y este otro que no sé para qué sirve”. “No te valen aquí”. Pregunté si me podía hacer socia y la mujer me pidió algún papel que certificase la dirección de mi residencia. No lo tenía “Pero soy socia de estas dos bibliotecas, y mira, me han dejado coger libros en préstamo”, y abrí la cremallera de la mochila dejándole entrever ese paraíso de letras encuadernadas. “Me da igual, necesitamos algo que lo certifique”. Mi cara de consternación llegó por un huequito estrecho hasta su corazón y me dejó pasar a hacer fotocopias (1’50 euros por cada 10 páginas). No pude evitar reflexionar sobre las ventajas de vivir en un barrio y no en el centro. Ese desprecio es propio de las bibliotecas céntricas repletas de desconfianza y desinterés. En Saint Gilles, la bibliotecaria no duda de la dirección que le das, y además siempre muestra entusiasmo (porque no hagáis una encuesta preguntando cuánta gente de Saint Gilles les conoce, pobres, que casi ni aparecen en la página de la red de bibliotecas).

Como tuve que esperar media hora a que abriera en esa odiosa biblioteca la sala de fotocopias, empecé a leer sobre surrealismo y amor, amor y surrealismo. La Santa Generación no tiene razón de ser. Más convencional que Breton no puede haber nadie. ¿Os podéis creer que el fundador de un grupo que se quiere transgresor se escandalice ante la homosexualidad, ante la coprofagía (bueno, esto lo entendemos más que perfectamente) y hasta ante la masturbación sin objeto? Anodada me quedé mientras leía sus defensas atribuladas de la monogamia (especialmente la femenina), la androginia platoniana (o algo así, lo de un hombre/mujer que nos complementa y que nos está destinado/a) y su rechazo absoluto a cualquier vicio.

El amor es revolucionario decía. La solución a todo problema.

Claro que sí, como amamos el amor, amaremos el surrealismo.

Etiquetas: , , ,

4 Comments:

{color:#aa0033;}
Blogger Lala Digital said...

Y amamos los reencuentros¡

11:56 p. m.

 
Blogger Mrs Jones said...

no odias la burocracia?



(pq tus cartas llegan con chapas de zapatero?)

1:27 p. m.

 
Blogger Cubilete said...

oh! pero en el fondo ... vivan las bibliotecas públicas!

Es que ahora mismo estoy en una de ellas, recién descubierta al lado de la plaza de todos ( y es pequeña y cutre, muy cutre, porque ésta es una zona pija - conclusión, la gente no necesita bibliotecas - Y yo echo de menos mi biblioteca genial e inmensa de aluche... de barrio obrero!)

3:39 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Y dicen las malas lenguas? No se como tomarmelo...

10:19 p. m.

 

Publicar un comentario

<< Home