Haciendonos mayores...

lunes, noviembre 27, 2006

sesenta euros

El sábado, tras tés adictivos y apuestas de cartas, comenzamos a hablar, como marca la tradición, del mundo. De lo mal que va, de pasar por el aro, de políticos y principios, etc, etc, etc.

Yo trataba de defenderme tras una muralla inexpugnable de candidez. Oh, no no. Hay corrupción claro, pero también hay políticos que creen que lo que hacen es lo mejor y la gente muchas veces se guía por su moral y ...

Y entonces me interrumpieron para contarme la a pequeña escala, que un día estaba ella con sus amigos, tomando algo, y se llevó sin querer una cartera de alguien del bar, que no era suya (obviamente). Cuando se dio cuenta, pensó en ir hacia el bar y devolverla y todos sus amigos (la gente a la que "eligió") le dijeron que sí, que devolviese los carnets y eso, pero que se quedara los 60 euros que había.

Ah, pues sí. Tenéis toda la razón. No hay salvación posible.

jueves, noviembre 23, 2006

La teoría del círculo hermenéutico

Y entonces nosequién dijo que el proceso natural en toda comprensión partía de una anticipación de sentido sobre aquello que queríamos comprender y se iba revisando a medida que recorríamos las partes del todo. De la misma forma, en toda investigación se parte de ideas previas que influyen en los resultados.

Y oh! ¿Heidegger? ¿Heiddeger? brillante señaló el error de enfoque, no hay que salir del círculo, sino entrar en él de modo justo, porque ser conscientes de la existencia de prejuicios (inevitables) es la única forma de poder diferenciarlos y combatirlos.

Me alegra saberlo porque así puedo basar la desconfianza natural ante todas esas personas que dicen con el semblante tan grave no juzgar las cosas hasta conocerlas, en grandes nombres.

Aunque ellos sean los únicos que llegan a conclusiones.

lunes, noviembre 20, 2006

Sana y salva

Últimamente tengo ganas de pensar aquí o allí ¿Sabéis?

No voy a compartir nada con vosotros aunque ya no existais, así que se trata de un acto de fe. Creer a pesar de todo. A pesar de las conversaciones banales, claro. Yo creo cada vez más en los demás. Siempre subyace alguna peculiaridad, aunque nunca sea suficiente.

Quiero volver, incluso si ya ha caducado o mucho más si ha caducado. Y sólo tengo diez minutos para escribir y entonces no puedo ordenar mis pensamientos. Estoy muy contenta en ese sentido. No tengo tiempo pero estoy priorizando bien, eso creo. Es lo más importante.

Un día leí de una bailarina que había sacrificado toda su juventud por la danza. Que no había tenido ni novios, ni amigos, ni tiempo libre pero que así había llegado a ser la número 1. Se ensalza mucho, eso. No digo que esté mal si ella está satisfecha.

Pero como discurso me da bastante asco.