Haciendonos mayores...

lunes, marzo 22, 2004

Tengo mucho sueño.

Pero no importa, hoy dormire un sueño reparador como debió de ser el de ayer.

Porque este finde he ido lejos. (Seis interminables horas en autobus). Para conocer en 48 horas todo lo que salamanca da de sí.Y que conste que creo que no lo hicimos mal del todo, porque juraría que de la zona vieja puedo hacer ahora mismo un plano.

Y desde luego, la eterna conclusión. Que tendríamos que salir más. Que ya está bien de hablar y hablar. Que regenera. Que sirve.

Uno de nuestros nuevos amigos habló de que siempre querían ir a sitios pero que al final se diluían. Este año planean irse de Interrail. Suerte (aunque soy conciente de que hay gente que sí lo hace). Pero suena tanto a proyecto punto final. No a proyecto punto de partida. Al menos es el plan frustrado por autonomasia.

Pero no. Mas fe. Que todo lo que hay que tener es ganas. Activas.

Que tenemos que salir más.

miércoles, marzo 17, 2004

Hablaré del tema de la semana. Hay algo que no me permite no caber en mi de gozo. Estoy intranquila, incluso diría que me siento mal. Y no es porque tema de la gestión que comenzará Zapatero (porque en quien confiaría más?). Es porque sé que ellos también están tristes. Porque ganar así... no es ganar. Y deben pitarles los oídos cuando... (cuando no, constantemente), la gente habla de lo mejor entre lo peor, de castigar a . Y es terrible. Porque todos sabemos que si el jueves nada hubiera pasado, los resultados hubieran sido otros. Y me dicen que no, que la gente ya iba a castigar a Aznar por el Prestige, por la guera. Ya. Aznar fue castigado porque Madrid fue castigado. No más.

Y hablando de cosas terribles... ¿Qué opinamos de que Ezquerra Republicana pasará de uno a ocho escaños? Decidme que no tiene nada que ver con la tregua de ETA... Y no es que no pueda comprenderlo, pero todo es demasiado deprimente desde hace una semana.

Hoy en clase leímos un texto de la defensora de lector sobre cómo cubrir un acontecimiento así. Debajo había cartas de los lectores (sobre el jueves), que no leímos. Puff y menos mal.


¿Ha pasado algo feliz recientemente?

domingo, marzo 14, 2004

Escribir ahora me parece algo un tanto superficial. Que puedo aportar?? El mismo pensamiento que tenemos todos. La misma incredulidad.
Porque yo no lo puedo concebir. Veo la tele, la gente que busca y no encunetra, la gente que encuentra y preferiria no encontrar (no así), y noto que me pican los ojos. Pero no lo puedo concebir.
Tanto horror.
El otro día hablamos de las torturas. Y me dolía el cuerpo. Es el hombre capaz de eso?

Y somos capaces de tantas cosas.

Supongo que no se debe buscar explicación. Pero...eran humanos? Y es que yo, aunque lo sé, no lo concibo. No está en mi cabeza. No es verdad.

E imaginar lo que se siente cuando sí es verdad. Cuando estabas en el tren. Se me queda la mente en blanco.

viernes, marzo 05, 2004

Una semana más. Y no excesivamente buena. Tampoco terroríficamente mala, pero...puf. De esas semanas que lo único que puedes decir es puf. No puagh, no bah, PUF.
Supongo que será porque no me encontré especialmente fuerte. Hay veces, que estás agobiada, que sales temprano de casa, que llegas tarde, y que te pasas toda la jornada encadenando acciones, pero que al volver al hogar, joder, estás eufórica. Tanto hecho que ni pareces la tú de siempre. Pero estos días, yo solo me sentía a punto de caerme al suelo de un momento a otro. Y todos sabemos que si algo no soporto es encontrarme enferma. Aunque eso me de la oportunidad de disfrutar quejándome.
Cosas bonitas? El miércoles fui al cine, a ver Lost in Translation. Y me gustó. Me parecío una historia sencilla, muy natural. Como cuando necesitamos algo, una persona desconocida puede ser casi centro de nuestra vida, hasta que volvemos a la realidad. Que no es infeliz, sólo insustancial.
Y el jueves fui al Centro Galego de Arte Contempóranea. Y había una exposiciçon de Vik Muniz, un brasileño muy creativo. Me encantó. Pintaba chicas de mermelada, enormes catedrales de chocolate. Fotografíaba hilos como paisajes, humo como nubes, alfileres como muebles. Como lo sobreentendido es algo realmente diferente si te acercas lo suficiente. Como todo lo imaginado se convierte en el centro de algo complentamente real. Deberíais verlo o algo.
Por la noche no salí. La verdad es que creo que debí hacerlo, porque me acosté a las cuatro y media. Pero me lo pasé bien, viendo la tele en el salón. Porque lo que tiene la noche es que posibilita las conversacion nocturnas, irrealizables de día, cuando estás lo suficientemente espabilado como para controlar lo que dices. Y me reafirmo, cuanto más profundizas en las realidades ajenas, menos comprendes todas nuestras complejidades. Nuestra extraña necesidad de juntarnos a pesar de.Juntarnos con sin por qué. Y todo lo que tenemos siempre para echar en cara a esas cinco personas que, al fin y al cabo, siguen ahí.