El día tiene 16 horas
Hace poco leí que las horas de sueño dependían de tus ciclos nocturnos (sí, estoy mintiendosimplificando de nuevo). El caso es que cada persona tenía dos ciclos. Si ambos eran largos, buf, sería uno de esos que con menos de 8 horas está muerto. Si tenía uno largo y uno corto, necesitaría 6-7 horas. Y sí tenía los dos cortos...¡si tiene los dos cortos! será uno de esos seres privilegiados por el destino, como el de aquella entrevista que había leido, que trabajaba, estudiaba, llegó a ser un hombre de bien (era una entrevista en el dominical de El País), y explicaba que claro, que él nunca necesito dormir más de 4 horas.
¿Os imagináis lo que es eso? Una ventaja inalcanzable. Mejor que ser guapo, o listo, porque tienes el tiempo de tu lado. Que es como tener a dios, en cierto modo. ¿no?. ¿Os imagináis? Viviendo 20 horas al día... Aunque si los sueños son más emocionantes que la vigilia... el otro día soñé que mataba a dos personas... y entonces después, al despertar, me acordé de un libro que había leido, de uno de esos anacrónicos surrealistas, que decía (bueno, no lo decía, por dios, ¡lo mostraba!) que como saber si la vida de verdad no es la otra. La incoherente. La apasionante.
Y eso es como la imaginación, y como los adolescentes que se encierran en su cuarto, y vayamos más lejos aún, como la gente que ve la televisión. Porque ninguno de esos quieren vivir ¿no? Es tan dulce el deslizamiento, y pensar en ese episodio de Lost que aún no viste, y que pereza salir de casa, y que pereza reflexionar, yo todo lo que quiero es vivir OTRA vida...
También lo decía Guy Debord sobre "La sociedad del espectáculo", que el cine nos hacía olvidarnos un poco de lo que no éramos. Pero el arte es todo lo contrario, eso creo. La lucidez extrema.