Haciendonos mayores...

viernes, mayo 23, 2008

Las impresoras y Darwin

Hoy es un día puajpuajpuaj, como traté de explicar a alguien por el messenger. Pero en los días puajpuajpuaj el messenger te tira una y otra vez hasta que te rindes, así que ahora lo grito aquí, a todo el ciberespacio: escuchadme por dios, tengo un día horrible, la impresora se atraganta cada vez que intenta alimentarse de papel y emite unos sonidos terribles que me parten el alma. Yo corro, con cofia de enfermera, la desmonto, la miro por arriba, la miro por abajo, retiro su papel que formó ya una bola, lo vuelvo a intentar.

Le inflijo el mismo suplicio una y otra vez, hasta que llega un enfermero mucho más competente que descubre que tenía una pieza suelta. Sonrío, ya estás a salvo, le digo, acariciándola. Me propongo recomenzar e imprimir el trabajo ese que tengo que entregar la semana pasada. Pero como es un día puajpuajpuaj no he tenido tiempo de leerlo y cuando lo imprimo aparece lleno de incongruencias. Decido re-imprimirlo, pero no queda papel. Busco papel por aquí, por allá, encuentro a los últimos supervivientes. Los introduzco, pero no son suficientes. Así que decido solo re-imprimir las hojas con incoherencias totalmente aberrantes. Me equivoco, le doy a imprimir todo cuando ya sólo quedaba una hoja por reimprimir, quiero cancelarlo, no llego a tiempo y la maldita impresora ya está otra vez con esos pitidos insoportables que está vez exigen lo que yo misma ordené.

Paso del tema, y dejo a las hojas imprimiéndose y reimprimiéndose sobre ellas mismas. Reflexiono un poco sobre lo que tengo que hacer. Debería estar contenta, porque mañana es la Fiesta Eurovisiva (fiesta con una ya antigua tradición, pero que suele estar, de todas maneras, pasada por agua). Debería estar contenta porque (mucho más importante que eso) llega Ana y si me porto bien, quizá, los últimos capítulos de Lost. Pero no puedo dejar de sentirme miserable y ni siquiera puedo chillar al ciberespacio por qué (menos mal que quedan las impresoras y los trabajos y los estreses y todo tipo de tonterías).

El miércoles, sin embargo, tuve un día bonito, un día circular. Fui a ver la (posiblemente) última obra de teatro que vaya a ver en Bruselas, y quedó, por cierto, en el podium de una de las tres que más me han gustado de todo el año!! Lo más emocionante es que el guionista era el mismo del que había visto la primera obra que ví en Bruselas (hace ya 6 meses –ojos entornados, mirada vidriosa-). Por supuesto, de este detalle no me di cuenta hasta que me dieron el programa, lo que hizo que se multiplicara la sensación de señal de algún tipo. La obra en cuestión era Darwin, sobre dos tipos en coma que están en una dimensión paralela (física cuántica, ya sabéis, eso que se intuye como la parte poética de tan árida materia). En esa dimensión uno de esos señores que lo achacan todo a la naturaleza habla con otro que no se entera de nada, mientras ante sus ojos pasa la vida familiar del señor cínico. Tiene tres hijas (que se acuestan todas con el marido de la mediana) que le van a visitar de vez en cuando y que esperan ansiosas que vuelva a la vida. La mediana es profe de biología (ahora llegamos a lo que se supone es lo importante de la obra, tengo que recordar lo de la pirámide invertida), y tras una discusión con un niño que la acusa de mentirosa (¿pues en que capítulo de la Biblia se habla de evolución?), el consejo escolar le recomienda (exije) dejar claro que la de Darwin es una teoría entre otras y que entre esas otras destaca la del diseño inteligente. Por supuesto el profe que más la presiona nos aparece como un tontorrón que acaba convertido en un diabólico fanático de los de no me extraña que la ira de dios haya caído sobre ti y te haya castigado con tu esterilidad (¿de verdad aún hay gente que usa ese argumento? –yo lo dudo, hoy en día se sabe de marketing-).

Yo, llena de inocencia, le pregunté al director (con cara de cómo están de locos estos americanos) si cree que esto puede llegar a pasar en Europa, lo de meter todo reloj tiene un relojero como materia de examen. El señor (un alarmista) me dijo que no podía pasar, si no que ya pasaba, que algunos profesores de biología, normalmente de profesión musulmana, ya estaban pidiendo que se revisaran los planes de estudio.

Uno piensa en lo realmente importantes que son quienes decidan que se mete y que no en un plano de estudios. Yo, tú, él, mataríamos por defender la teoría de Darwin. Claro que somos productos del azar (que conste que en mi cole me hablaron de Darwin y de la evolución, pero dejándome claro que era compatible con el plan divino), claro que defendemos del mono. Yo lo creo, vamos, yo me río si alguien me habla de la creación. Pero realmente no tengo las herramientas necesarias (o sea, sí en abstracto, no os creáis que estoy con el señor del nuevo documental). Si hubiera un montón de artículos de científicos diciéndome que una regla lógica universal es que toda consecuencia tiene una causa y que está probado reprobado y encima mis profes me hablan de Adán y Eva -pero claro, esto para nosotros es tan absurdo que aquí saltáis y pensáis que no-, yo defiendo el creacionismo (porque podéis estar seguros, la mayoría de nosotros creemos en la ciencia de la misma manera que se cree en dios).

Por eso da miedo.

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martes, mayo 13, 2008

Finales exultantes

Nos ponemos tristes al pensar que falta poco para irnos, qué tontos somos. No sabemos, me temo, que estamos viviendo lo mejor. Esas semanas previas llenas de prisas, de citas, de entusiasmo. Esas semanas en las que hay que hacer todo lo que no has hecho, mirar todo lo que aún no has visto, palpar todo eso que aún no has tocado, y demás. Porque somos así y la mejor conversación se ve interrumpida por los pitidos del silbato del señor revisor que te obliga a subirte y quedarte sin esa conclusión que intuías magnífica. Porque cuando uno se va, se va en la cresta de la ola y quedarse es quizás, como tratar de que te reelijan para una segunda legislatura.

Estoy nerviosa entonces, observando como todo se dispara enérgicamente hacia arriba en este momento preciso en el que yo no puedo disfrutarlo (no hay tiempo y el que hay, está demasiado repleto). Y sin embargo, hay fines de semana como este, de profunda compenetración bruselocrisiana. Y paseo despreocupadamente por el Mont des Arts, el sol brilla en lo alto y los niños juegan en la fuente. Se salpican, se empujan, y a veces resbalan, llenándose el vestido blanco de agua. Sus padres fuman despreocupados, recostados alrededor de la fuente, los piececillos a remojo. Si continuo hacia abajo hay uno de esos artistas extraños, que (ex)pone fotos de vacas urbanas en uno de los peldaños de las escaleras. A veces la gente se despista y arrastra algo con el pie sin mirarlo siquiera, pero otras veces el artistilla entabla conversación con turistas que le preguntan si es posible sacar fotos (de las fotos) y él sonríe entusiasmado, si ha decidido (ex)poner sus fotos ahí es para ver la impresión que causan.

Tengo visita y eso exige hacer de guía, amar la ciudad para hacerla amable. Y aunque la mujer de verde manzana se enfade, y crea que siempre ataco su dulce hogar, cada vez Bruselas se vuelve también más el mío, un lugar al que uno puede criticar, pero que no acepta que nadie más critique.

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miércoles, mayo 07, 2008

El triunfo de la vida sórdida

"C’est des autres, de ceux qui ont conscience du drame de l’amour (non au sens puérilement douloureux mais au sens pathétique du mot) que nous attendons une réponse à ces quelques phrases d’enquête:
1. Quelle sorte d’espoir mettez-vous dans l’amour?
2. Comment envisagez-vous le passage de l’idée d’amour au fait d’aimer? Feriez-vous à l’amour, volontiers ou non, le sacrifice de votre liberté? L’avez-vous fait? Le sacrifice d’une cause que jusqu’alors vous vous croyiez tenu de défendre, s’il le fallait, à vos yeux, pour ne pas démériter de l’amour y consentiriez-vous? Accepteriez-vous de ne pas devenir celui que vous auriez pu être si c’est a prix que vous deviez goûter pleinement la certitude d’aimer? Comment jugeriez-vous un homme qui irait jusqu’à trahir ses convictions pour plaire à la femme qu’il aime? Un pareil gage peut-il être demandé, être obtenu?
3. Vous reconnaîtriez-vous le droit de vous priver quelque temps de la présence de l’être que vous aimez, sachant à quel point l’absence est exaltante pour l’amour, mais apercevant la médiocrité d’un tel calcul?
4. Croyez-vous à la victoire de l’amour admirable sur la vie sordide ou de la vie sordide sur l’amour admirable?"

Enquête sur l’amour, La Révolution surréaliste, nº12, décembre 1929. Questionnaire rédigé par André Breton et Paul Éluard.

-Es de los otros, de los que son realmente conscientes del drama del amor (no en el sentido puerilmente doloroso, si no en el sentido patético del término) de los que esperamos una respuesta a estas preguntas de encuesta:
1. ¿Qué tipo de esperanza ponéis vosotros en el amor?
2. ¿Cómo visualizáis vosotros el pasaje de la idea de amor al hecho de amar? ¿Ofreceríais al amor, voluntariamente o no, el sacrificio de vuestra libertad? ¿Lo habéis hecho ya? ¿También consistiríais al sacrificio de una causa que hasta ese momento defendíais obstinadamente sólo para no desmerecer del amor? ¿Aceptarías no llegar a ser aquello que pordríais haber sido si es el precio a pagar para poder gustar plenamente la certitud de amar? ¿Cómo juzgaríais a un hombre que llegaría a traicionar sus convicciones para gustar a la mujer que ama? ¿Tamaña prueba puede ser exigida, puede ser obtenida?
3. ¿Os permitiríais el privaros temporalmente de la presencia del ser que amáis, sabiendo hasta que punto la ausencia es exaltante para el amor, pero percibiendo también la mediocridad de tal cálculo?
4. ¿Creéis en la victoria del amor admirable sobre la vida sórdida o de la vida sórdida sobre el amor admirable?-




Lo bueno de creer que reinventas el amor, que lo devuelves a su justo lugar (tras corrupciones tales como el amor filial, el amor divino o el amor a la patria) es que puedes jugar a reflexionar sobre posibles respuestas, mientras que nosotros, ahora, nacemos con ellas incorporadas de fábrica.

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